La industria del cine es la encargada de llevarnos a la pantalla grande producciones inmensas, tan elaboradas, mágicas y llenas de sentimientos y emociones que captan nuestra atención en los primeros minutos, esto mediante la selección de escenarios tan cautivantes que las imágenes degustan las pupilas hasta de las personas más exigentes, con historias que pueden ir desde muy simples hasta las más complicadas que logran envolvernos en su trama, y una infinidad de elementos más que la componen, sin embargo también existen excepciones que no logran cubrir este objetivo quedando como las películas menos taquilleras de la historia.
Todas estas grandes tramas vienen de experiencias vividas en algunos casos modificadas, con el toque personal del director y maximizadas gracias a la espectacular magia del cine pero a final de cuentas son de historias verídicas que nos pueden pasar a cualquiera y es así como algunos hacemos todo lo posible por ir a ver lo más nuevo en cartelera y disfrutar estas películas olvidándonos que ciertamente nosotros estamos encargados de la producción más importante… la película de nuestra vida.
Como en cualquier otra película nuestra vida se encuentra envuelta de varios personajes, personajes a los que les vamos dando un peso o una denominación en nuestras vidas, que los vamos incluyendo en el gran reparto de esta gran producción y que son detonantes importantes de las decisiones o giros que pueda llevar ésta.
Debemos tener muy en claro que como en cualquier largometraje se realiza un casting, y que aunque no todos somos psicólogos nosotros estamos encargados de esta selección tan minuciosa, eligiendo a nuestro criterio los que cumplen con las características necesarias para la realización de un papel logrando denominar de esta forma a los personales secundarios, terciarios y hasta los extras que intervendrán pero siempre teniendo en claro que el papel principal es nuestro.
En muchas ocasiones dejamos de lado lo importantes que somos nosotros mismos en nuestra propia vida, tratando siempre de complacer las necesidades de los amigos, la familia, la pareja, el trabajo y tomando decisiones basadas en torno a éstos dejándonos a nosotros mismos en un papel tan insignificante, que a veces hasta pasamos por encima de las cosas que nosotros queremos lograr, no hay que olvidar que a todas estas personas nosotros mismos las incorporamos a nuestra vida para poder alcanzar así una vida feliz, plena y llena de éxitos.
De la misma forma cómo podemos cometer el error de restarle valor a nuestro papel, nos puede ocurrir que les demos una menor jerarquía a personas capaces de generar un cambio muy positivo en nuestras vidas, personas tan preocupadas e interesadas en nosotros pero que de algún modo no logramos percatarnos de eso; sin embargo uno de los peores errores que llegamos a cometer es posicionar en una mejor categoría a gente que no lo merece, llegando a incluirlas tanto en nuestra vida, que el impacto que tienen en nuestra vida puede llegar a ser muy dañino y aunque se dice que hay que aprender de nuestros errores, en ocasiones los daños pueden ser irreparables.
Es a partir de aquí que teniendo a todos los personajes listos nosotros vayamos escribiendo el guión de nuestra vida, vayamos disfrutando los paisajes y cada una de las experiencias a vivir, no nos permitamos caer en la monotonía, y aunque van a haber cosas que serán difíciles de cambiar, mejor optemos por disfrutarlas y gozarlas al máximo, siempre recordando que nosotros mismos podemos redirigir al sentido que esta va tomando.
Pocas veces podremos seleccionar el género al que se va tornando nuestra vida, en ocasiones será de suspenso, en otras de misterio o terror pero es ahí donde será importante buscar un balance y agregarle mucho de comedia, mucho romance y un poco de drama para lograr así el máximo goce de esta filmación por lo que después de pasar por el área de maquillaje y vestuario y situarte en el set que nos corresponde, regala tu mejor cara y mantente preparado cuando griten “¡Acción!”
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